Padre saca a su hijo de la escuela para enfocarlo en su carrera de esports


El mundo está cambiando

Noticias como esta marcan un antes y un después en la evolución de la sociedad. Suena dramático pero es cierto. Hace tan poco tiempo como la década pasada de los 00’s ¿cuándo se iba a leer algo así?Un padre decide que una carrera profesional en los videojuegos va por encima de una formación escolar básica. Pero las cosas cambian, el mundo cambia. Si hace unos 10-15 años una noticia como esta era inconcebible era porque aún no existía una industria de los videojuegos tan consolidada ahora.

El padre de Jordan Herzog (o conocido por su nickname como Crimz) entiende cómo funciona el mundo actual y considera una carrera profesional en los esports suficientemente relevante como para anteponerla a la educación escolar convencional. Jordan, de 16 años, juega un promedio mínimo de 8 horas diarias Fortnite, no come con su familia sino en su cuarto para ahorrar tiempo. Incluso tiene un señalamiento pegado en su puerta que al cerrarla se lee »Crimz está actualmente en línea». Probablemente el sueño de cualquier niño fan de los videojuegos.

La fantasía hecha realidad (¿o no?)

Crimz comenzó a jugar videojuegos desde los tres años. A los 12 ya había ganado su primer torneo oficial y obteniendo un premio de accesorios para gaming con coste de $20,000 USD. A partir de ahí su padre, Dave Herzog, comenzó a prestar atención a la carrera de pro player de su hijo. El compromiso con Jordan es tal que Dave ha invertido entre 20 y 30 mil USD en equipo para él (como un escritorio con elevación especifica para obtener un ángulo cómodo para la muñeca). Sin embargo el esfuerzo no ha sido en vano. Jordan, a su corta edad, ha conseguido reunir hasta $60,000 USD en premios y actualmente ha calificado dentro de la Copa Mundial de Fortnite para competir por un premio de $3’000,000 USD.

Dave Harzog trabaja en la industria de los videojuegos y aunado a los resultados de su hijo, tiene todo el sentido del mundo la ‘inversión’ que hace en Jordan. Sin embargo también es obvia cierta respuesta negativa a la decisión del padre una vez que se difundió la noticia. Una persona con dudas acerca de esta decisión fue la propia madre de Jordan. Antes de involucrarse de lleno a los videojuegos el adolescente jugaba deportes físicos, incluido el tenis que practicaba con su madre. Pero su padre lo sacó del tenis argumentando que no quería arriesgarse a lastimar las muñecas de Jordan.

El gaming profesional apenas está dando sus primeros pasos. Aún le falta ganarse la aceptación general de la opinión pública pues algunos siguen viendo a los videojuegos como una completa pérdida de tiempo. Dave Herzog defiende su controversial decisión argumentando que ‘si fuera piano, deportes o actuación, su compromiso con el futuro de su hijo sería aplaudido’.


Ivan Cardoso

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